¿Cómo "los secuestros" de la amígdala daña las relaciones entre personas?

Le hace pensar más lento y por lo tanto no podemos responder rápidamente.
El miedo y la preocupación nos hace no desear las confrontaciones así que las evitamos.
En lugar de pensar en una situación claramente usando los lóbulos frontales de nuestro cerebro, automáticamente reaccionamos con ira o agresión.
Nuestros lóbulos frontales están conectados a nuestras amígdalas de manera que no podemos pensar apropiadamente en un argumento.

Esto puede llevar a malentendidos, conflictos y falta de comunicación en las relaciones entre personas. Además, el miedo y la ansiedad causados por los secuestros de la amígdala pueden dificultar la empatía y la comprensión de las emociones de los demás, lo que también puede afectar negativamente las relaciones interpersonales. En general, los secuestros de la amígdala pueden deteriorar la calidad de las relaciones al interferir con la capacidad de pensar racionalmente, manejar emociones y comunicarse de manera efectiva.